Publicado en el boletin de fin de semana, prensa libre de fecha 28 de mayo de 2004.
Esta vez no tengo mucho que decir, solo que " Y Sr. Bush, hasta cuando...." Al parecer, las imágenes de las torturas a los prisioneros iraquíes lo han conmocionado profundamente. Aunque tal vez sólo le preocupe la reacción en el Medio Oriente. Tiene razón cuando piensa que el ciudadano árabe promedio dirá: "Este no es el país del que me han hablado". Ciertamente, las fotos escandalosas tomadas en Abu Ghraib difieren muchísimo de la publicidad que los medios de confusión masiva han realizado del American Way of Life. Y ahora, para colmo, varios de esos medios han publicado las malditas fotografías. Casi al concluir la entrevista con Al Hurra (la televisora sufragada por su Gobierno para convencer a los árabes de cuán buenos son los Estados Unidos), usted alcanza el cenit de su clarividencia. "Creo que el pueblo iraquí quiere ser libre", dice. ¡Así se habla! Ahora, explíqueme cómo puede ser libre un país ocupado por más de 150 mil militares extranjeros. ¿Qué tipo de libertad existe cuando una legión de hombres armados invade tu casa, viola a tus mujeres, mata a tus hijos, registra tus cosas, bombardea tu lugar de culto, en fin, hace lo que se le antoja porque tiene un fusil? Usted lo ha reconocido. Los iraquíes quieren ser libres. Ahí radica la causa fundamental de la resistencia, de por qué celebran cuando eliminan una patrulla norteamericana. Acabe de convencerse. No se trata de Hussein o de Al Sadr, es el pueblo que no soporta más la ocupación.
La guerra en Irak, no es más que un pretexto formal para legitimar un discurso que, en realidad, lo que pretende es eliminar el sistema de derecho internacional. De la misma manera que la justificación de la invasión de Polonia por la tropas del III Reich fue, en palabras de Goering, terminar con la legalidad impuesta por la Revolución Francesa.
Es evidente que la finalidad de la guerra no es la democratización de Irak. Lo que se busca con esta guerra es contrario a cualquier forma del estado de derecho y las libertades civiles tal cual las conocemos. Se pretende crear una nueva categoría de personas que no estaría recogida en el derecho de gentes. Para conseguir todo esto, es necesario rovocar la caída del sistema de Naciones Unidas y retrotraer la cuestión a antes de 1928, al momento anterior a la Sociedad de Naciones.
Bajo todas estas formas lo que se pretende es conseguir lo que Carl Schmitt denominaba un "estado de excepción", en que el "soberano es quien decide sobre la excepción". En este caso el "Soberano" se expresa en las fuerzas neoconservadoras que dirigen la Casa Blanca y los demás reconocen esa capacidad a través de la excepción. La excepción no es más que la destrucción del sistema de derecho internacional, destrucción cuyas consecuencias son una desestabilización permanente donde se pueda aplicar la ley de la fuerza, cómo solución a los conflictos. Derechos Humanos.
Amnistía Internacional denuncia las muertes de civiles en Iraq a manos de las fuerzas armadas británicas y de grupos armados
Las fuerzas armadas británicas en Irak han causado la muerte por disparos de varios civiles iraquíes, entre ellos una niña de ocho años y el invitado de una boda, en situaciones en las que no existía ninguna amenaza aparente para ellos mismos ni para terceros, según un nuevo informe de Amnistía Internacional.
En el informe se detallan también casos de homicidios políticos y de lo que se conoce como "homicidios morales" cometidos por grupos e individuos armados en el sur de Irak, administrado por el Reino Unido. Los datos indican que entre las víctimas figuran ex miembros del Partido Baas, profesionales, vendedores de alcohol y comerciantes que venden música y vídeos, pese a lo cual no se ha enjuiciado a nadie.
Muchos casos de homicidios de civiles cometidos por las fuerzas armadas británicas ni siquiera se han investigado. Las investigaciones realizadas por la Real Policía Militar están rodeadas de secretismo, y a las familias de las víctimas se les da poca o ninguna información sobre sus avances. Amnistía Internacional pide una investigación dirigida por civiles de todos los homicidios cometidos por las fuerzas armadas británicas, y que sus conclusiones se hagan públicas.
"Lejos de haber sido liberado, el pueblo de Irak sigue viviendo bajo el temor y la inseguridad", ha declarado Amnistía Internacional.
"Los grupos armados atacan con aparente impunidad. Los homicidios cometidos por las fuerzas armadas británicas, en situaciones en las que no deberían haber empleado la fuerza letal, se investigan en secreto y a puerta cerrada. En lugar de que las fuerzas armadas británicas decidan si investigarse a sí mismas cuando se produce un homicidio, debe haber una investigación exhaustiva, imparcial y dirigida por civiles de todas las denuncias de homicidios cometidos por las tropas británicas."
El informe, titulado Homicidios de civiles en Basora y al-'Amara (consultable en inglés), se basa en las investigaciones realizadas por los delegados de Amnistía Internacional en febrero y marzo de este año. La organización entrevistó a familias de víctimas y a testigos presenciales de las muertes, agentes de policía iraquíes y funcionarios de la Autoridad Provisional de la Coalición responsables del orden público.
En él se ofrecen detalles de numerosos homicidios cometidos por las fuerzas armadas británicas y por grupos armados. Uno de estos casos es el de Hanan Saleh Matrud, de ocho años, que según las fuentes murió de un disparo efectuado por un soldado de la Compañía B del Primer Batallón del Regimiento del Rey en agosto del 2003. Un testigo presencial contradice la afirmación del ejército británico de que la niña podría haber resultado herida accidentalmente por un disparo de advertencia. El testigo declaró a Amnistía Internacional que Hanan murió después de que un soldado la apuntó y realizó un disparo contra ella a unos 60 metros de distancia.
Resulta frecuente que no se facilite a las familias información sobre cómo reclamar una indemnización por el homicidio de sus seres queridos. En algunos casos se les ha dado información errónea, como por ejemplo, que la responsabilidad de la indemnización sería de un nuevo gobierno iraquí. El funcionario de Reclamaciones de Zona, ante quien hay que presentar las reclamaciones, tiene su oficina en un barrio de difícil acceso para los civiles corrientes (el aeropuerto de Basora). Además, escasean las explicaciones en inglés o en árabe sobre el trámite de reclamación. Como consecuencia de ello, las personas entrevistadas tenían poca confianza en el sistema de indemnizaciones.
El informe revela también homicidios de personas, en su mayoría cristianos, que intervienen en el comercio de alcohol. Varios comerciantes de licores con licencia han perdido la vida y sus tiendas han sido clausuradas. Según las fuentes consultadas, alrededor de 150 familias cristianas han huido de Basora. El 15 de febrero de 2004, una banda de 13 hombres enmascarados abrió fuego con ametralladoras en la calle principal de la ciudad, en una zona donde se suele vender alcohol, y causó la muerte de al menos nueve personas.
A los que no hemos olvidado que en la siniestra Escuela de Guerra de las Américas -que los Estados Unidos tuvieron hasta los años 1990 en su zona del canal de Panama para el perfeccionamiento de los oficiales superiores de América Latina- una de las materias normales enseñadas era la tortura, no nos extraña que esa aborrecible práctica esté generalizada en las cárceles de Irak y en el penal de Guantánamo. Pero pensábamos que seguía siendo una práctica, además de immoral, vergonzosa y secreta. Por eso nos ha sorprendido que los nuevos torturadores estadounidenses exhiban con tanto desparpajo las imágenes de su propia abyección.
"Las opciones militares son siempre mi última opción, no la primera", asegura al periodista de Al Arabiya, "nosotros podemos promover la libertad sin usar el Ejército". Con estas palabras usted ha ganado un lugar en la Historia al lado de los buenos. Los libros del futuro dirán así: "George W. Bush gobernó con prudencia y abandonó la política belicista sustentada por Estados Unidos en el siglo XX". No tendremos que presenciar más intervenciones militares como las de Vietnam, República Dominicana, Granada, Panamá, Somalia, Haití, Kosovo, Afganistán, etcétera, etcétera, etcétera.
¿Y el complejo militar industrial? Bien, podría transformarse en un Complejo Productor de Alimentos. De esta forma, y casi sin querer, usted acabaría con el hambre del Tercer Mundo.
Créame, si no se retracta, cuelgo un retrato suyo en mi cuarto y le pongo George a mi primogénito.
Bueno, señor W, eso era casi todo. Me quedan un par de consejos antes de la despedida.
Primero, no siga culpando a Saddam Hussein por la invasión a Iraq. Declare abiertamente que le interesaba controlar el petróleo iraquí y punto. Ya lo sabemos. Apoderarse de riquezas ajenas es prácticamente una tradición en Estados Unidos. En ese sentido, usted no ha hecho nada extraordinario.
Y un último consejo. Repita menos las palabras democracia y libertad. La gente va a pensar que carece de vocabulario o, en el peor de los casos, que tiene remordimientos por haberse robado la presidencia en las democráticas elecciones del 2000 o por privar de su libertad a la mayor población carcelaria del mundo.
Saludos a Laura y a las niñas.
Afectuosamente, PD: A propósito, la W de su nombre ¿qué significa? ¿Whiskey? ¿Guerra (War)? ¿Peor (Worst)?
Esta nota fue extraida en parte de "Las revelaciones del señor W." y de Aministía Internacional en referencia a los abusos cometidos por las fuerzas anglo-norteamericanas que operan en Irak.
Hasta la próxima